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Friday 27 February 2009

Opinion : La Judeofobia Europea

OPINIÓN: LA JUDEOFOBIA EUROPEA*
Por Pilar Rahola

Cuando Hermann Broch, en plena locura hitleriana, lanzó su terrible aseveración —el peor crimen de Europa es la indiferencia—, construyó algo más que una frase histórica. Lanzó un dardo al corazón mismo de la conciencia europea, obligándola a mirarse al espejo y encontrarse consigo misma. Europa era indiferente en la superficie porque era culpable en la profundidad. La judeofobia no era una contingencia histórica. De alguna manera, el odio a los judíos había fundado Europa. Hitler no fue más que el eslabón último de un progresivo proceso de destrucción del alma judía que conformaba el alma europea.¿Es ello cierto? Estoy desgraciadamente convencida de ello, y es esa convicción la que me lleva a escribir estas líneas. La convicción de formar parte de un cuerpo europeo que ha cometido el peor crimen de la humanidad: el exterminio industrializado de toda una cultura. Y que, a pesar de ello, no se ha vacunado contra su propio odio. Europa se ha librado de los judíos, pero no de la judeofobia. Ello explica su histerismo acrítico pro-palestino, su izquierda ferozmente antijudía, su macabra banalización de la Shoa. Sus intelectuales de pacotilla tan amantes de la libertad que han ido amando intelectualmente a todos los dictadores de la historia: Mao, Stalin, Pol Pot, ahora Arafat.Saramago sería el ejemplo más notable de lo que en 1884 Bebel tipificó como el socialismo de los imbéciles . Y es que uno puede escribir como los ángeles y pensar como los idiotas..... Europa es Kafka y Heine. Es Freud, Marx y Einstein. Europa no se explica sin lo judío y, al mismo tiempo, siempre se ha explicado contra lo judío. Es decir, contra sí misma.Igual que su antiamericanismo patológico, tan desleal con los miles de jóvenes americanos que perdieron la vida liberándola de sus más profundas miserias, su antisemistismo también es patológico.Escribo a favor de Israel porque soy europea, y no olvido la responsabilidad de Europa en todo lo que acontece al mundo judío. De Europa es la responsabilidad de la creación del Estado de Israel. Es Europa quien escribe en 1896 Der Judenstaat , de la mano de Theodor Herzl. Es Europa quien envía en 1906 a un joven proveniente de la Polonia rusa, el mítico David Grin, más tarde hebraizado como Ben Gurion.Hijos de los progroms, la diáspora y la destrucción sistemática de su pueblo, es Europa quien envía a miles de jóvenes a esa tierra sin pueblo, para dotarla de un pueblo sin tierra.¿Puede Europa auto-otorgarse un papel moral en el conflicto de Oriente Medio sin partir de su radical, monstruosa, gigantesca inmoralidad histórica? Con su adscripción acrítica al victimario palestino, Europa se exorciza de su propia culpa: se hace dedo acusador, linda manera de dejar de ser culpable.La banalización de la Shoá forma parte de este mismo proceso. Habrá que decirles a los saramagos del mundo que banalizar a las víctimas de la Shoa es una forma de volver a matarlas.Por cierto: si las 52 víctimas palestinas de Jenin, más las 23 víctimas israelíes —¿o no cuentan?— son equiparables al Holocausto... ¿a qué son equiparables el casi millón de personas que han muerto víctimas del proceso sangriento de islamización del Sudán, o las 20.000 víctimas del aplastamiento de la sublevación de la ciudad siria de Hama por parte de Hafes el Assad, o las 100.000 que tiene en su macabro haber el terrorismo islámico argelino? ¿Y a qué sería equiparable la sistemática destrucción de poblados cristianos libaneses a manos de facciones palestinas?¿Para qué perderse en números, si lo que mueve a indignación, a protesta, a escándalo y a reclamación ante la siempre atenta ONU que llegó a tener de Secretario General al nazi Kurt Waldheim - es exclusivamente la culpa judía?Por supuesto, no olvido un aspecto básico: la ignorancia. Oriente Próximo es lo más mentado y lo más mal conocido. La superposición de mentiras ha llegado a ser tan notable, persistente y minuciosa que ha conseguido conformar una verdad paralela.De la negación del holocausto cuelga, cual hijo natural del mismo proceso de distorsión, la negación de la violencia palestina. Así, mientras las víctimas israelíes no existen, las palestinas son revestidas de una aureola épica que las engrandece. No existen las víctimas judías proque son judías y, por ello, son responsables de su propia muerte.En el maniqueísmo oficial en el que milita la gramática periodística europea, las víctimas sólo pueden ser palestinas. Y los asesinos, sólo judíos. Cualquier dato que tuerza esta dualidad perfectamente trabada, sencillamente es ignorado. Y así creamos un nuevo lenguaje para una nueva épica. A los asesinos fanáticos palestinos los llamamos milicianos. No son locos hinchados de odio, sino resistentes. A las bombas indiscriminadas cocidas en la cocina del odio las llamamos acciones de lucha.Al propio odio planificado desde la mismísima autoridad palestina, estructurado como un pensamiento colectivo, odio en las escuelas, en las fiestas, en las canciones, en la vida; eso no es odio, sino simple resentimiento.Tampoco existe un Arafat violento y totalitario, aunque su biografía terrorista sea tan amplia como los centenares de muertos que adornan su camino. Ese líder ciego que destruyó todas las posibilidades de paz, tan abrazado a la causa palestina como alérgico a un estado palestino, ese personaje que nunca quizo un pacto con Israel, sino su exterminio, y que mereció el desprecio de un Clinton que se sintió traicionado. Y eso que los medios de comunicación europeos podrían haber hecho un festín con las violaciones palestinas a los acuerdos de Oslo.Escribo a favor de Israel porque no acepto que la defensa de la causa palestina sea la excusa para un nuevo brote antisemita. Porque me repugna la ceguera de una izquierda, mi izquierda, que no acierta a vislumbrar el enorme peligro de la nueva cara del totalitarismo: el integrismo islámico.Europa es responsable directo de alimentar la judeofobia en su interior, de permitirla en su exterior y de que la paz en la zona no sea, por ahora, ni un horizonte lejano...Los palestinos se sienten legitimados en su odio porque Europa lo legitima día a día. Más de 50 años después, los palestinos aun no han entendido que Israel tiene derecho a existir. Por mucha camaradería de salón que reciban de sus aliados europeos, su única posibilidad de ganar la razón histórica es entendiéndolo.*ANÁLISIS DE MEDIOS**REVISTA DE PRENSA** *"El antisemitismo está evolucionando. Tras un período en el que remitió, debido a los horrores del Holocausto, el antiguo prejuicio ha vuelto por sus fueros en los últimos tiempos, propiciado por la deriva del conflicto árabe-israelí. Tanto es así que ha inaugurado una nueva era, en la que el punto de mira se ha traslado del ámbito nacional al internacional... El antisemitismo se ha globalizado", escribe el prestigioso historiador e intelectual estadounidense Daniel Goldhagen en un artículo recogido por El Mundo (12 de mayo de 2003, El nuevo antisemitismo), ocupando doble página de opinión.Desde el punto de vista del análisis de los medios de comunicación resulta evidente que en España ha comenzado a interesar la nueva judeofobia actual. Al menos viendo la cantidad de artículos que se refieren a ello."Casi a diario vemos en la prensa y en la televisión noticias sobre actos de violencia cometidos en relación con el trágico y cruel conflicto entre israelíes y palestinos. El discurso de ciertos fundamentalistas islámicos de gran influencia convierte este conflicto en el núcleo de una conspiración judía mundial", dice la solapa del libro La nueva judeofobia, del autor francés Pierre André Taguieff (Editorial Gedisa). Como bien señala el autor, "resulta alarmante que la prensa, la televisión, los partidos políticos o los intelectuales apenas protesten. Al contrario, los medios de comunicación fomentan esta judeofobia con titulares tendenciosos sobre el conflicto que funden las nociones de judío, israelí, sionista en una delirante amalgama a la que los nuevos anti judíos ven como representante de una potencia maléfica, que mueve los hilos del imperialismo y de la globalización".Además de la nota de opinión de Daniel Goldhagen, el periódico El Mundo ha publicado una doble página en su suplemento dominical (Crónica, domingo 27 de abril de 2003) bajo el título: "Papá me han llamado sucio judío". "El antisemitismo ha estallado en Francia: niños que reciben insultos, rabinos apuñalados, manifestantes apaleados. Cada vez más judíos franceses salen hacia Israel", escribe El Mundo. "Huir de Francia", es el epígrafe de una de las fotos. "El 60 por ciento de las agresiones racistas en Francia el año pasado tuvo como objetivo la comunidad judía. De 992 amenazas e intimidaciones por causa de raza o religión, 731 fueron de carácter antisemita", informa Marc Knobel, del Consejo de Representaciones Judías de Francia (CRIF).El País, también publicó una página dedicada al tema, escrita por Hermann Tertsch; "El retorno de la judeofobia" (suplemento Domingo, 4 de mayo de 2003), fue su título. "En los últimos dos años —y especialmente en los últimos dos meses— decenas de miles de ciudadanos europeos se han manifestado bajo pancartas que equiparaban al Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, con Hitler, y la estrella de David con la esvástica nazi", escribe Tertsch. "Las manifestaciones de apoyo a la Intifada palestina han coreado —con más frecuencia de lo que algún organizador pretendía— muerte a los judíos y muerte a Israel. Periodistas en todo Europa de derechas y de izquierdas, han hablado de Holocausto palestino al referirse a la respuesta militar del Ejecito israelí en los Territorios".Una de las percepciones que tienen algunos judíos europeos es que las críticas no tienen que ver con un rechazo a una política determinada de un gobierno (como el de Sharon, o cualquier otro), sino que se trata más bien de un odio hacia el Estado de Israel, y hacia todo lo que tiene que ver con lo judío. En este sentido, para Hermann Tertsch de El País, "el peligro para los judíos en Europa provenía únicamente del terrorismo árabe. El antisemitismo no sólo era políticamente incorrecto, sino una actitud y un pensamiento despreciables. Hoy el antijudaísmo, por utilizar un término más exacto", dice, "celebra su retorno a discursos políticos, comentarios y análisis de prensa y debate popular". Para este mismo periodista de El País, "existe una percepción de los judíos como un elemento indeseable y culpable de males ajenos: las conjuras judeo masónicas de antaño han dado paso como mal absoluto y amenaza mundial a la alianza sionista-imperialista".Otra de las percepciones erradas es que la solución a todos los problemas de la región pasa exclusivamente por resolver el conflicto palestino-israelí. Como si el establecimiento de un Estado palestino fuera a acabar con el terrorismo fundamentalista, con la falta de democracia, o con la violación abrupta de derechos humanos y los conflictos ideológicos dentro del Islam.Todos sabemos en Europa que Wolfowitz y otros miembros de la corriente neoconservadora norteamericana son judíos, y lo cierto es que a ningún medio de comunicación se le olvida recalcarlo. Sin embargo, "a nadie se le ocurre decir que otros son católicos, adventistas, agnósticos, de origen irlandés, chino o hispano", aclara Tertsch en El País.Para Charles Krauthammer del The Washington Post, "estamos viviendo un antisemitismo acumulado, la liberación, con Israel como detonante, de un impulso de siglos que infectó y construyó con toda su fuerza la historia de Europa". Por eso, para este periodista del The Washington Post, "lo que más ofende a los europeos, es el judío armado, el judío que se niega a soportar siete atentados suicidas en los siete días de Pascua, y contraataca".En síntesis, es cierto que "el nuevo antisemitismo globalizado no ha mostrado ser tan peligroso como sus formas anteriores". Al menos hasta ahora. Sin embargo, para la mayoría de los medios de comunicación aquí analizados "sus aspectos alarmantes sugieren que encierra dicha potencialidad".El periódico ABC ha editorializado en su página principal acerca de "Sefarad, España y los judíos" (5 de mayo de 2003). "Tras la intervención aliada en Irak, en la que España se comprometió con determinación, esta nueva visita a Estados Unidos se produce en el marco de unas relaciones hispano-norteamericanas como no habían existido nunca antes... Es en este contexto en el que se enmarca la inauguración en Washington de la exposición Sefarad (organizada por la Sociedad Estatal de Acción Cultural Exterior, con la colaboración de la Embajada de España en Estados Unidos y BNAI BRITH INTERNATIONAL), que ya estuvo en Toledo y estará en Amsterdam, y el discurso ante el Congreso Judío Americano.Sefarad, España en hebreo, da nombre a una muestra que recoge parte del rico legado y la memoria de los judíos españoles. A pesar de la expulsión, traumática sin matices en todos los aspectos, ni se extirparon las raíces judeo españolas ni se yugularon las extraordinarias aportaciones de éstas en las ciencias, la filosofía y la historia de esta tierra. Con esta exposición, España rinde homenaje a una parte de sí misma y, al mismo tiempo, proclama su legitimidad, si es que eso fuera necesario, para estar en el azaroso presente histórico del pueblo judío y en el proceso que el Estado de Israel tiene que seguir para vivir en paz con sus vecinos árabes. Ahora que se cumple el 55 aniversario de la independencia de Israel, la Hoja de Ruta, el cúmulo de esperanzas, la entrevista proyectada entre Sharon y Abu Mazen y la posibilidad de restaurar la confianza y abrir, otra vez, el camino hacia un entendimiento, difícil pero posible, no son malos regalos de cumpleaños para ambos pueblos.

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