Search This Blog

Wednesday 1 April 2009

Pesaj -Etre la oralidad y la escritura

Pesaj - Entre la oralidad y la escritura
Por: Leonardo Cohen
Cada cultura posee sus textos privilegiados. Éstos pueden ser textos que pertenecen al canon sagrado, mas no solamente. Puede tratarse, también, de textos que tienen un lugar y un tiempo específico en los cuales son leídos; textos que son frecuentados por casi todos los miembros de la comunidad; en síntesis, textos cuya reproducción se lleva a cabo de acuerdo con normas bien específicas y que contribuyen de manera central al desarrollo de la identidad cultural y la solidaridad entre los miembros de una comunidad religiosa o cultural.
En la cultura judía tradicional, la existencia de textos privilegiados es bien evidente. El Talmud y el libro de plegarias lo han sido por siglos. Pero también lo ha sido la Hagadá de Pésaj, constituyéndose con toda probabilidad en uno de los textos más populares de la literatura religiosa judía. Por su parte, la cultura judía moderna, en todas sus variantes, no retiró este lugar de honor a la Hagadá, a pesar de las modificaciones y la resignificación que parte del texto tradicional ha sufrido. Así pues, el judaísmo moderno ha conservado la Hagadá de Pésaj como texto privilegiado y sigue otorgándole un lugar especial a la cena en la que la Hagadá es leída.
Se puede decir que en Pésaj el pueblo judío festeja el aniversario de su nacimiento. No se trata de una cuestión científico-histórica sino de un fenómeno de la conciencia. El pueblo hebreo se conformó como tal en el desierto y llegó posteriormente a la Tierra de Israel. Pasó de ser un conglomerado de esclavos a ser un pueblo en libertad. En el primer día de la fiesta de Pésaj, se lleva a cabo el conocido Séder (Orden) de Pésaj, la cena durante la cual se narra y explica el éxodo de Egipto. El ritual se llama Séder porque sigue un orden específico y su núcleo consiste en la lectura del libro de la Hagadá.
La Hagadá de Pésaj es, pues, el libro en el que se compilaron todos los textos que se leen en la noche del Séder. Este libro se fue constituyendo a lo largo de diversas generaciones, capa sobre capa, y es por ello que no acusa una continuidad de contenido, a pesar de que hay ciertas ideas que funcionan como hilos conductores a lo largo del texto.


En sus diversas formas, la Hagadá se deriva de la interacción de la oralidad con la escritura. Algunas de sus partes esenciales figuran en el Talmud como lo son el Ma Nishtaná (Las Cuatro Preguntas) contenidas en el tratado de Pésajim 114-116 y el midrash de Rabí Gamliel sobre los cuatro hijos, así como la obligación del padre de familia de relatar la historia del éxodo de Egipto. No obstante los textos que la componen y el carácter definitivo que una parte de ellos alcanzaron en todas las hagadot tradicionales y no tradicionales también, la Hagadá de Pésaj y, el Séder mismo dejan un espacio de honor a la oralidad como forma de transmitir el mensaje. Por ejemplo, se le encomienda al padre de familia contar la historia de Pésaj, pero éste puede hacerlo con sus propias palabras.
En el judaísmo, al igual que en otras religiones, la palabra oral es parte de la vida ritual. Aun y cuando se trate de las religiones mundiales, apoyadas básicamente en los textos, la oralidad puede seguir cumpliendo una función de primer orden. La Hagadá se lee pues, en voz alta y se insertan comentarios de los participantes que complementan al texto leído. Esta dinámica entre lo escrito y lo oral permitió que la Hagadá siguiera ocupando su lugar central en el rito y que, a su vez, soportase cambios y transformaciones, sin dejar de cumplir la función de aglutinar a la comunidad o a la familia en torno a una cena, y a su vez comunicar la historia del éxodo de Egipto, la historia de la transición del pueblo de la esclavitud hacia la libertad.
Las Hagadot no tradicionales: el ejemplo de las Hagadot kibutzianas
Es extraordinaria la riqueza de Hagadot producidas durante el último siglo. Al seleccionar el tema "Hagadot de Pésaj" en la computadora de la biblioteca nacional de Jerusalem, cualquiera puede sorprenderse de la cantidad de hagadot que pueden hallarse, producto, todas ellas, de la creatividad y la capacidad innovadora de distintos grupos de judíos a lo largo del siglo XX. Bajo el subtítulo de "Hagadot no tradicionales" pueden encontrarse poco más de quinientas. En diferentes ciudades y sobre todo kibutzim de Israel fueron creadas estas hagadot, cada una con sus variantes, con sus propias correcciones, sus canciones preferidas, constituyendo todas ellas en conjunto, una tradición que por sí misma ha persistido por décadas.
A partir de los años veinte fueron compuestas diferentes hagadot en los kibutzim, que expresaban las ideas del sionismo pionero del movimiento kibutziano. Al principio cada kibutz creó la suya propia y posteriormente aparecieron las hagadot comunes de los grandes movimientos kibutzianos. Destaca entre ellas la Hagadá de Yehuda Sharet que viera la luz en el kibutz Yagur en 1936 y que influyó de manera contundente sobre las hagadot que aparecieron a continuación. En esta hagadá, (que se convertiría en la "Hagadá del Movimiento Kibutziano Unificado de 1985") se distingue una aproximación hacia el modelo de la hagadá tradicional pero sin abandonar los temas básicos en los que los kibutzim procuraron innovar. Éstos pueden resumirse en tres puntos:


El movimiento kibutziano acentúa el mensaje nacional y sionista del éxodo de Egipto y continúa la historia más allá de la salida misma hasta la entrada en la Tierra de Israel. De esta manera, retorna al significado bíblico del éxodo de Egipto y lo inserta en la realidad actual de la vuelta del pueblo judío a su tierra, después de creado el Estado de Israel.
La Hagadá kibutziana cita versículos bíblicos relativos al éxodo de Egipto y con ello cumple con el precepto de "contar" la salida de Egipto la noche del Séder (La Hagadá tradicional no relata la historia en su totalidad y deja al padre de familia la posibilidad de completarla de forma oral con sus propias palabras.). La Hagadá kibutziana devuelve a la historia los personajes de Moisés y el faraón, ausentes en la Hagadá tradicional.
La Hagadá kibutziana incluye el significado de Pésaj como fiesta de la primavera en la naturaleza, otorgándole a la festividad un significado no sólo histórico y nacional sino también agrícola.
Diferentes movimientos religiosos
También los movimientos religiosos no ortodoxos del judaísmo elaboraron sus propias Hagadot. En su voluntad por adaptar el judaísmo a la modernidad, el movimiento reformista en Estados Unidos publicó en 1908 The Union Haggadah: Home Service for the Passover Eve. Esta Hagadá ofrece, también, significativas correcciones y agregados, enfatizando, notoriamente, el concepto reformista de la "Misión de Israel". De acuerdo con esta doctrina, los judíos habían sido diseminados por el mundo con el fin de cumplir la misión universal de predicar el profetismo moral en los cuatro rincones de la Tierra. Este concepto permitía legitimar la existencia en la diáspora de los judíos reformistas. La centralidad de las Cuatro Preguntas en esta hagadá es sustituida por una pregunta que dice: ¿Cuál es la característica esencial de este Séder? Y la respuesta es: "el liberado se convirtió en liberador al ser Israel nominado para difundir la religión a toda la humanidad." Ésta es, pura y simplemente, la idea de misión del judaísmo reformista.
Los reconstruccionistas publicaron por su parte, en 1941, su primera Hagadá de Pésaj. Se trata de la New Haggadah for the Pesach Seder (Nueva Hagadá para el Séder de Pésaj), con una decidida inclinación humanista. La Hagadá de los reconstruccionistas suprimió pasajes que denotaban conflicto con los modernos ideales éticos. Un ejemplo de ello es la invocación de la venganza divina en contra de los enemigos de Israel. Otros símbolos como la Matzá (el pan ácimo) adquirían también una resignificación en un sentido humanista: "Aprendamos a encontrar satisfacciones que no provengan de lujos sino de actos de asistencia y benevolencia. Probemos lo que es el hambre para traer igualdad y justicia a todos.


Los conservadores, en cambio, editaron su propia Hagadá recién en 1979. En la introducción de A Passover Haggadah, el editor sugiere que cada individuo cuente su propio éxodo "en el lenguaje que entendemos, con las metáforas que usamos y con el conocimiento que hemos adquirido". Sin embargo, a pesar de estas instrucciones, el texto, como tal, mantiene los elementos básicos de la Hagadá tradicional. Entre sus agregados se encuentra el siguiente: "La radical transformación de las condiciones y circunstancias de la vida judía, desde el Holocausto y hasta el establecimiento del Estado de Israel, deben ser reflejados en la Hagadá, para asegurar que cada generación pueda experimentar la realidad del éxodo de Egipto."
Permanencia y transformación
Por supuesto que en una religión apegada a una tradición escrita es más difícil modificar un texto que dejarlo intacto y reinterpretarlo oralmente. Pero el hecho de que la Hagadá de Pésaj no sea un texto con el peso canónico de la Biblia, la Mishná o el Talmud, ha permitido que diferentes generaciones oscilen entre cambiar o reinterpretar. En cualquier caso, los judíos de cada época procuran volver actual el mensaje de la festividad de Pésaj a través de la lectura de la Hagadá.
Las diferentes hagadot, con sus elementos permanentes y sus partes transformadas, son un reflejo de la experiencia, las aspiraciones y esperanzas de cada generación de judíos. El retorno a la Tierra de Israel, la misión del pueblo judío hacia el mundo, la memoria del Holocausto, la liberación de los judíos soviéticos, la redención de los oprimidos, son temas que, entre otros, ocuparon a los judíos a lo largo del siglo XX, y que reciben su lugar en las modernas hagadot de Pésaj o en los comentarios e interpretaciones que se llevan a cabo en torno a la mesa del Séder. También la tradición implica cambio y ninguna cultura podrá sobrevivir por largo tiempo congelándose como pieza de museo, decidiendo que las cosas deben permanecer tal y como han existido "siempre". Estos cambios podrán suceder a través de nuevas versiones orales que reinterpreten un texto escrito o, tal y como ocurre con la hagadá en varias de sus versiones, a través de modificaciones y agregados del texto mismo. En cualquiera de los casos, la hagadá conserva su centralidad en el rito judío del Séder de Pésaj.
Alguna vez el profesor Eliezer Schweid formuló esta idea con una sencilla frase: "la única innovación del judaísmo ultraortodoxo durante el último siglo, ha sido sostener que en el judaísmo no hay innovación."

Un Seder para nuestros días” de Moacyr Scliar

Un Seder para nuestros días” de Moacyr Scliar
Esta mesa en torno de la cual nos reunimos, esta mesa con las matzot y con las hierbas amargas, esta mesa de Pesaj con su
mantel inmaculado, no es una mesa; es una embarcación mágica con la que navegamos por las brumas del pasado, en busca de
las memorias de nuestro pueblo.
Sentémonos, pues, a esta mesa.
Somos muchos esta noche.
Somos los que están y los que ya se fueron; somos los padres y los hijos, y somos también nuestros antepasados.
Somos un pueblo entero en torno de esta mesa. Aquí estamos para celebrar, aquí estamos para dar testimonio.
Dar testimonio es la principal misión del judaísmo. Dar testimonio es distinguir entre la luz y las tinieblas, entre lo justo y lo injusto;
es rememorar los tiempos pasados para que el presente extraiga de ellos su lección.
Observemos, entonces, la matzá que está sobre la mesa.
Este es el pan de la pobreza que nuestros antepasados comieron en la tierra de Egipto. Quien tenga hambre - y son muchos los
hambrientos en este mundo en que vivimos - que venga y coma.
Quien esté necesitado - y son muchos los que sufren necesidad en este mundo en que vivimos - que venga a celebrar con nosotros
Pesaj.
Es el legado ético de nuestro pueblo, el mensaje contenido en este alimento sencillo, en este pan ázimo que lo sustentó en el desierto
y que lo viene sustentando a lo largo de las generaciones. Se debe ser justo y solidario, se debe amparar al débil y ayudar al desvalido.
El desierto que tenemos que atravesar hoy no es una extensión de arena estéril, calcinada por el sol implacable.
Es el desierto de la desconfianza, de la hostilidad, de la alienación de los seres humanos. Para emprender esta travesía tenemos que
proveernos de las reservas morales que acumuló el judaísmo, de las pocas y simples verdades que constituyen la sabiduría del pueblo.
Ama a tu prójimo como a ti mismo. Reparte con él tu pan. Invítalo a tu mesa. Ayúdale a atravesar el desierto de su existencia.

Fragmento de “Un Seder para nuestros días” de Moacyr Scliar

Pesaj - os duenos de las dudas

Los dueños de las dudas - Eliahu Toker
En la vereda de enfrente están los dueños de la verdad escriturada, los propietarios de la seguridad del ignorante;de este lado estamos nosotros,los dueños de las dudassentados a una larga mesa en llamas.
Somoslos que sabemos que no sabemos. Los que sabemos que no es luz esta claridad, que este permiso no es la libertad,que este mendrugo no es le pany que no existen una sola realidadni una única verdad.
Somoslos hijos de los profetaspero también hijos de aquellosa quienes los profetas maldecían;somoslos que desafinan en los coros de los istas.
Somoslos que confían en la marcha de la historiasin darla por sobreentendida. Escépticos y optimistas,compartimos el pan de la duda, sentados a una larga mesa en carne viva.

Pesach - A Saga Judaica

Saga judaica - Elihau Toker
—Papai, por que esta noite é diferente de todas as noites, em que com mãos estendidas, como se nos protegesse, a mamãe abençoa sobre nossa mesa, com os olhos acesos de um par de velas, coloca no centro uma grande taça de vinho, reparte pão ázimo com o braço comovido e a casa inteira está em festa?
—Quero que saibas, filho que até o dia de ontem, há quarenta séculos, fomos escravos, nós, tua mãe, tua irmã, tu e eu, talvez sob outros nomes, por trás de outros rostos, mas nós mesmos fomos, até ontem, escravos no Egito. E hoje chegou a hora em que decidimos nos erguere tomar a liberdade. E nessas luminárias que ardem sobre nossa mesa tua mãe abençoa o fogo interior que tem mais poder do que a força. E nos serve pão sem fermento, amassado na pressa de deixar a abundância do país dos escravos em troca do deserto fértil, de sermos nós mesmos. E o faz comovida porque somos a última geração que experimentou a escravidão e a primeira que vislumbra a liberdade. E aquele grande copo de vinhoespera o profeta que vive em cada um e que há de nos libertar, a nós, e a todos os homens do mundo, da submissão, da miséria, do ódio e da loucura; que nos libertará por nossas mãos quando o quisermos de verdade ainda que seja hoje mesmo. Somos parte de um povo inquieto, em movimento disperso por entre as fronteiras de cinco continentes há muitos séculos. Muitos povos evaporadosperderam sua memória. Mas, estranhamente, por cima de montanhas e oceanos em dois milênios de exílio, sempre houve judeus que mantiveram acordadas as suas raízes e não entregaram suas entranhas ao esquecimento.

Pensando em idiomas diferentes e percorrendo diferentes destinos, continuávamos sendo um único povo habitantes de um território metafísico, de uma Jerusalém plantada mais além dos caminhos. Cada festividade era uma carga de nostalgia que crescia de pais a filhos implicando-lhes pessoalmente na vasta memória do povo judeu. Dentro de cada um voltava Abraão a despedaçar outra vez os ídolos e cada um de novo optava pelo difícil pão da autenticidade como que voltando a sair do Egito deixando atrás a facilidade de ser como o vizinho. Por isso é necessário que conheças tua história: para que possas escolher ser tu mesmo.
—Mas não quero, papai viver desarraigado e dividido, condenado a ser diferente.
—A opção definitiva há de ser tua, mas, será que por acaso tenho direito filho, de ocultar os espelhos para que não te descubras a ti mesmo? de escamotear a história de tua origem? E a ignorância é por acaso garantia de firmeza?
—Ontem... Há quarenta séculos Papai, o que tem isso a ver hoje, aqui comigo? E por que me diferencio de meus amigos?Por que comemoro histórias que eles desconhecem, e quando termino minhas horas de aula aprendo a geografia de um país distante;que sucedeu e sucede com um povo abstrato e falo uma língua que a rua não fala?
—Quero que tu mesmo te conheças, filho.Que conheças a profunda raiz que amamenta o teu sangue. Quero te enriquecer com o teu próprio passado contar-te tua própria história, uma história ardente, na qual, de muitos modos repetimos o gesto de nos libertar.


—Papai, o que significa ser judeu?
—As crianças que nascem na França são sem dúvida francesas. As que nascem na Itália também não questionam porque são italianas. E os israelenses, são simplesmente israelenses. A condição judaica não vem subentendidanem figura inscrita nos papéis; não se nasce judeu de imprevisto; não é um parto simples:trevas por um lado, uma porta que se cruza, luz sobre o rosto de repente. Vai-se nascendo aos poucos, descobrindo lentamente, dentro de si, séculos de dor e alegria e combates reprimidos; milênios de grandeza e poesia e povo e amor e fé no homem e firmeza e quedas e voltar a começar, como judeu, não como uma sombra nascida casualmentenum canto qualquer da terra. Mais que dividir-te, eu te multiplico, vou te fazer conhecer o que de qualquer maneira levas dentro, algo que se não aprenderes a usar vitalmente,pode, então sim, apodrecer, o amor tornar-se um engano, uma maldição, da qual nunca poderás desprender-te, filho. Não. Eu não tenho todas as respostas na mão, mas para saber quem sou, não preciso perguntar a ninguém, e nunca me perdoaria burlar-te, não te dizendo.
—Mas, e por que Israel no futuropara viver a nossa vida? Por acaso, você não ama esta país?
—É uma coisa que minhas entranhas teriam que te explicar. Aqui sou um judeu que suspira por sua terra e em Israel vou me tornar um brasileiro nostálgico, pendente do que acontece em São Paulo. Brasil e Israel são dois amores entre os quais oscilo e tanto me custa optar que faz anos que venho iludindo me definir, mas suspeito que a vida tem um limite, e , além disso, quantos anos pode se viver a cavalo entre dois países?

Claro que há muito por fazer aqui como brasileiro. E há o futebol, a rua, as pessoas, os amigos mas existe um Israel vivente que considero próprioe uma Jerusalém com a qual tenho marcada uma entrevista há séculos ...

Pesaj Una Vision Libertaria

Pesaj , una vision libertaria.

Javerim Shalom y Jag Sameach!

‘Y relataras a tu hijo “ es el lema del Jag Pesaj que se aproxima.
El relato milenario de la Hagada de Pesaj , texto secular que relata el Exodo de los Hebreos desde Egipto a Canaan , se ha trasformado a traves de los años en un canto de la libertad no solo para el pueblo judio , sino para toda la humanidad.
Si bien es cierto que el relato del Exodo (tanto la Hagada como relato popular como el texto biblico) esta lleno de actos milagrosos , se podria decir que este ethos historico (del cual no existen restos arqueologicos o registros historicos concretos que podrian confirmar su real existencia) es uno de los “textos fundacionales” del pueblo judio en el cual se explica el desarrollo de la Nacion Judia desde la esclavitud (Recuerda que esclavo del Faraon fuistes en tierra de Egipto) y hasta los dias de la liberacion (En proximo año en Jerusalem).
Ahora bien , la tradicion judia , trasmitida fundamentalmente por la practica ortodoxa - religiosa a lo largo de los siglos , dio prioridad suprema al “ceremonial” de Pesaj , fijando pautas concretas de observancia estricta de preceptos y leyes ( Seder Pesaj que proporciona el “Orden” de lectura , las diversas prohibiciones relacionadas con Pesaj – Kashrut , Matza - Pan Azimo , ect ) y dio caracter “sectario y etnocentrista” al relato del Exodo , especificandolo unicamente en la epopeya del Pueblo de Israel y sin marcar la implicancia humana de sus mensajes , que sin duda son vigentes aun hoy.
El cantico “Shlaj na et Ami” – “Libera a mi pueblo” , que citamos no solo en el Seder de Pesaj sino en un pasado no tan lejano mencionamos en el contexto de la exigencia a la Union Sovietica de permitir a los judios emigrar a Israel , expresa no solo el anhelo de la libertad del Pueblo Judio , sino podria verse igualmente como un llamado general a la libertad de los pueblos.
Y justamente , en visperas de la fiesta , podria ser una oportunidad de por un lado asumir nuestra tradicion ancestral de celebrar la epopeya de la liberacion , pero asimismo – y en nuestra condicion de judios libres – ser criticos al mismo relato , comprender sus mensajes universales y concientizarnos acerca de las multiples esclavitudes existentes en nuestros dias.
La salida de egipto y el proceso de conformacion que pasa el pueblo judio en los 40 años en el desierto (nuevamente , esto observando el relato tradicional sin rigor historico , pero identificandose con sus escencias) parece ser un “Laboratorio” en el cual se ponen en prueba la voluntad popular de finalizar la opresion por parte de los egipcios , se detallan actos de diferenciacion (de los hebreos) , se manejan diferentes modelos liderazgo (Moises , Aharon) , se presentan y se resuelven dilemas mundanos (Como dar de comer y beber al pueblo en campaña , como trasmitir mensajes , ect) y morales (Perdida de la fe , Adoracion al becerro de Oro , ect) y se imponen nuevas reglas eticas de convivencia que guiaran al pueblo en el futuro (Monoteismo , las tablas de la Ley) a ser implementadas en la Tierra Prometida.
Es evidente que el Pueblo de Israel no solo “vago en el desierto “ sino paso todo un proceso de trasformacion , y quienes llegaron a Canaan eran “diferentes” de aquellos que salieron de Egipto , y por sobretodo , atravesaron en su paso por el desierto un camino de avance , con orientacion y meta , y con desarrollo y progreso humano.
Justamente el lema anteriormente mencionado “Y relataras a tu hijo” , nos motiva a no solo continuar la tradicion del relato , sino tambien a adoptar su escencia y adaptarlo a las circunstancias actuales de nuestro mundo actual , en favor de dicho progreso humano.
Pero no solo adaptar. Justamente dicha tradicion que nos instruye a “relatar” , tiene elementos contradictorios y quizas opresivos , ya que por un lado se presenta como tradicion eterna , y por el otro lado nos llama a identificarnos con aquellos que inicaron el exodo “Cada uno debe ver asimismo como si hubiera salido de Egipto”. Y justamente se nos presenta el dilema de la eleccion.
Ya que si solo seguimos la tradicion , no cambiamos nada , no en nosotros mismos , no en nuestro ambiente y sociedad , no en nuestro compromiso de “No solo relatar , sino cambiar en nuestra generacion el curso de la historia”
En estos dias ( y en todos los dias) , podemos ver tantas esclavitudes , tantos atropellos a lo humano , tantas violaciones a los derechos naturales de los seres humanos , tantas insensibilidades al dolor ajeno , tanta discriminacion ( racial , nacional , sexual , economica) y tantos otros males de los que adolece la humanidad , y enteder que la real importancia del relato del Exodo es en su mensaje libertario que recobra actualidad “De generacion a generacion”.
Seria injusto e innecesario mencionar uno por uno los fenomenos de esclavitud existentes hoy , ya que estos nos son visibles a simple vista , y nos llegan directamente desde la pantalla de la television , de la hojas de un diario , desde la internet o de cualquier otra forma humana de trasmitir mensajes de carencia y/o opresion.
Y de la misma manera que podemos solamente sentarnos en la mesa del Seder y “relatar” , tenemos la libertad de “cambiar” para que dicha opresion y esclavitud desaparezca del paisaje humano dando lugar a la libertad.
“Una vez , una familia decide salir de paseo al Zoologico. Se paran ante la jaula de los monos y miran como ellos hacen “monadas”. Uno de los monos dice al otro :”Mira vos , pobres los humanos que estan…enjaulados”.
Nos deseo que en este Pesaj que se aproxima sepamos ponernos en el lugar de los oprimidos , entender el dolor de la esclavitud y …hacer algo para remediarlo!
Jag Jerut (Libertad) Sameach!

Dario Teitelbaum
Director Dpto Latinoamericano
Hashomer Hatzair Mundial

Pesaj - La tradicion

La tradición - Jana Nudel
Cuando éramos chicos, sentados a la mesa de la cena del viernes, mi mamá prendía las velas a la hora que señalaba el almanaque judío o el idishe tzaitung; después mi papá o mi tío leían las plegarias.
Durante aquellos años, cuando aun no lo llamaba Cabalat Shabat, me producía la extrañeza propia de una interrupción que se producía ese día de la semana y a esa hora, cuando nuestras vidas se hacían semejantes a las de otros, que compartían el mismo ritual y se discriminaban de las de muchos otros, para los cuales era una cena mas.
Era una noche particular por lo contradictoria. Todos nos vestíamos de fiesta. Debíamos estar a horario. A medida que nos íbamos sentando, el clima se tensaba frente a la mesa preparada, como era de esperar en una familia religiosa. Sentía más miedo que placer.
Eramos ocho personas sentadas a la mesa en esa noche considerada sagrada.
Mi mamá o mi tío, nunca mi papá, se encargaban al final de contarnos historias, cerrando ese espacio sagrado. Cuando conocí la expresión Cabalat Shabat, cambiaron el lugar, la gente, la comida, las velas y las palabras. No era mi mamá la que prendía las velas.
Hace un tiempo, cuando organicé un seminario sobre el tema:
"Ser judío en la Argentina hoy", me llamó la atención que entre los conferencistas fuese una mujer la única que encaró el tema de la transmisión.
Durante la lectura de este trabajo prevalecieron los personajes femeninos al tratar ese mismo tema. Probablemente exista alguna relación particular entre la transmisión y las mujeres. Los hombres están ocupados en proteger a la familia y en sustentaría económicamente. Las mujeres laicas cumplen más una función generadora, mientras las mujeres ortodoxas cumplen una función
más reproductora.
No puedo ser riguroso ni lo intento. Sólo opino que en las familias ortodoxas los hombres son los que transmiten, y aunque la Halajá reconoce únicamente como judío al hijo de madre judía, es en el laicismo donde la mujer cumple la función de transmitir.
¿Qué significa transmitir el judaísmo? Transmitir es pasar un mensaje. Trasciende la relación entre padres e hijos. Es la búsqueda de un discurso actualizado que permite al judaísmo seguir sosteniendo su propia concepción.
Entre los ortodoxos es una manera de vivir que incluye un ritual. La fuente de la pregunta y de la respuesta es la misma, la Torá.
No se trata de cuestionar sino de saber. No se trata de preguntarse sino de preguntar todo aquello que tenga respuesta. No existe pregunta sin respuesta. Una pregunta sin respuesta, es una pregunta que no puede ser formulada. Entre quienes siguen la ley, viven con ella y en ella.
En el laicismo es distinto. Con límites menos precisos, trata de generar en el otro el deseo de pertenecer a un pueblo, preguntándose siempre acerca del significado de esa pertenencia. Responde a un discurso ético, filosófico, cultural y menos vivencial.
Es más combativa y creativa. La transmisión es más acto. Casamiento con Otro judío. Pasar Iom Kipur a saludar a la familia.
Hacer el Bar o el Bat Mitzvá. La circuncisión.
Está atravesada de una manera sensible por lo que sucede alrededor.
Adopta una actitud critica y un tanto desesperanzada con respecto a Israel y a la comunidad judía. Es menos ritualista que la ortodoxa y más afectada por las circunstancias del mundo en el que vive.



Hay grupos familiares para los cuales el tema judío no es un tema cotidiano. Hay otros grupos que mandan a sus hijos a escuelas judías. Otros, que además de mandarlos a escuelas judías y de estar ocupados en la consolidación del espacio profesional (con
preferencia en marcos no judíos), el tema judío está presente en las discusiones, conversaciones, debates sobre los problemas actuales del judaísmo, con textos de los reconocidos como sagrados y otros que indagan sobre la universalidad de la ética judía, que
es, a mi criterio, la forma más auténtica de transmisión en el marco de la familia primaria y con la familia ampliada, que es la que uno va creando en la vida y con la que realmente la atraviesa. La conversación o el debate por su carácter intercambiable y por momentos
pasional, es lo que podría llenar el vacío que dejó el relato.
Creo que la posibilidad más real de la familia laica no está sostenida en el relato sino en la conversación, sumada a las reuniones
en días festivos y a las fiestas donde participan compañeros de la escuela.
Acepta algunas formas del ritual adaptadas a su manera de pensar. La sacralización está presente en todas las familias, ya sea de una profesión, de una manera de concebir la vida, de un proyecto económico, social, político o cultural.

Yo tengo una relación entrañable con mi condición de judío y me siento laico. Ser judío laico significa para mi encontrar mis propias respuestas a las preguntas que me hago y permitir que me sur jan preguntas nuevas.
Ser laico es no ser autoritario y es vivir en nombre de la justicia y de la libertad. Es aprender y enseñar. Es aceptar la existencia de verdades múltiples.
No es que esté orgulloso de ser laico. Simplemente lo soy.
Sé que vivimos interpretando nuestras raíces y que no nos resulta fácil encontrar un lenguaje para relatarlo.
También es cierto que los problemas que nos plantea nuestra manera de vivir, no pasan sólo por indagar nuestras raíces, sino por el conflicto que nos genera su articulación con nuestro presente.
Esta dificultad nos vuelve sujetos de la realidad. Somos los que intentamos producir los cambios. Los que intentamos hacer de
una vida, varias. Los que preferimos vivir la vida como cuentos cortos, en el que alguno puede prolongarse en el tiempo, en lugar de vivirla como una novela, en la que uno está atrapado, pero debe seguirla.
Estamos sometidos a la obsesión de hacer alguna vez de la duda una certeza, que seguramente de producirse, estará acompañada por un: ¿será verdad?

Dr. Janan Nudel