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Saturday 14 February 2009

Por el bien de la paz e Israel en el mundo, no hagan concesiones

¡Por el bien de la paz e Israel en el mundo, no hagan concesiones!

Por kvutzat Shajaf, Hashomer Hatzair Tnua Olamit, 11/02/09

Señora Livni, Señor Barak, por el bien del Proceso de Paz y el Estado de Israel a los ojos del mundo, ¡no hagan concesiones!

Después de los resultados de las elecciones, se puede afirmar lo siguiente: la centro-izquierda ha perdido.

¡Esto debe ser tomado en cuenta, pero no significa que la centro-izquierda ya no puede hacer cosas! ¡Por el bien del cambio, no el del poder político, no entren a la coalición de unidad nacional!

Queremos profundamente al Estado de Israel y nos preocupamos por su futuro. Por lo tanto, después de estas elecciones, 3 cuestiones principales nos preocupan.

Primero, habiendo vivido en Israel los últimos cinco meses, y habiendo vivido la experiencia de los cohetes Kassam, viviendo a 2 km de la frontera, no podemos ver ninguna alternativa que no sea un acuerdo de paz con los palestinos. El Proceso de paz es esencial para la estabilidad de la región, por el bien de la economía israelí y sus cuestiones sociales.
Avances en esta área son una cuestión de vida o muerte; la situación empeora cada día. ¡No podemos esperar más!

Segundo, a lo largo de los años, Israel pasó, de un país modelo (un Estado desarrollado con las menores brechas entre ricos y pobres) al país donde esas brechas son las más granes del mundo; donde por el bien del capitalismo, los más pobres y los inmigrantes son dejados atrás. ¿Sigue siendo Israel el Estado de los judíos, ese pueblo que revolucionó al mundo reclamando un día de descanso obligatorio semanal, que los esclavos sean liberados después de 49 años y que una parte grande de la cosecha debería ser dejada a los enfermos, viudas y huérfanos?

Y finalmente, como judíos viniendo de todo el mundo, la situación nos preocupa por la imagen de Israel en nuestros países. Las otras naciones que apoyaban la idea de una patria pacífica para el Pueblo Judío se están preguntando a sí mismos si esto no se está convirtiendo en una conquista nacionalista-religiosa imperialista de la región.

Después de los sucesos en Gaza y de las reacciones anti-Israel y anti-Judías en todo el mundo, es nuestro imperativo recordar que el apoyo externo es una condición vital para la existencia de cualquier Estado pequeño con enemigos grandes y poderosos.

De hecho, después de la guerra del 67, el apoyo internacional que el Pueblo Judío, sobreviviente de la Shoa y oprimido de todas las épocas, recibió, se convirtió en crítica a la agresión y ocupación del Pueblo Palestino. La violencia en la cual esa crítica se degeneró es obviamente condenable. Sin embargo, la crítica no fue únicamente la voz de extremistas de izquierda y las minorías árabes sino también una porción enorme de la opinión pública mundial.

El riesgo es que esta crítica se vuelva más y más fuerte y que los Estados u organizaciones tomen medidas y sanciones contra Israel. Como dijo Ben Gurion: “Lo que importa no es lo que los no judíos digan, sino lo que los judíos hagan”. Los judíos construyeron su sueño, sin tomar cuidado por lo que pensaban los otros. Pero estamos en el camino a arruinarlo. ¡Nuestro miedo es que ahora los no judíos hagan!

Somos sionistas y amamos a Israel. Justamente por eso creemos que para que sea un lugar seguro, estable y feliz, el único camino que debe tomar la región es el camino de negociaciones sinceras con los palestinos.

Un gobierno de derecha simplemente continuará el camino adoptado los últimos años, frustrará el proceso de paz, apoyará drásticas medidas antisociales y causará más y más desacuerdo social.

Un gobierno de unidad nacional de derecha, con o sin el Laborismo, no será estable ni capaz de cambiar nada, y, si lo hace, ¡de seguro no lo hará hacia el camino correcto!

Para cambiar el futuro de Israel, en vista de estos resultados y de la falta de tiempo, la mejor opción sería una alianza entre Kadima y Avoda para formar un gran bloque de centro-izquierda.

De hecho, no hay diferencias ideológicas grandes entre los dos partidos y sólo unidos podrán formar un gobierno estable con un bloque central de 40 escaños.

Como dice Aluf Benn en su análisis, la unión reforzaría a aquellos que apoyan una solución de dos Estados con los palestinos y un acuerdo de paz con Siria, y perjudicaría a los miembros de la Knesset de la derecha, que buscan impedir un acuerdo de esas características.

De hecho, si el partido es capaz de formar una coalición que lideren (la mayoría son 60 asientos), su programa será más fácilmente adoptado y podríamos esperar una mejor situación.

Si no lo hacen y la derecha comienza a manejar el país, podrán hablar como una voz fuerte en contra de las posturas de los halcones y anti-sociales, apoyando cada acción tomada en la dirección opuesta.

Si tal acuerdo no es alcanzado, Señor Barak, ¡no ceda y apéguese a sus afirmaciones! ¡Siga el camino aconsejado por la mayoría de los miembros de la Knesset por el Laborismo, acepte su derrota y no funcione, por motivos de poder o intereses, como la cuarta o quinta fuerza de un gobierno de unidad nacional!

Como lo dice la ministra de educación, Yuli Tamir: “El público israelí dio su opinión y envió (al Laborismo) a la oposición; debemos respetar la opinión pública y permanecer por fuera del gobierno”. Sólo en este rol, el Laborismo podrá renovarse, criticar las acciones gubernamentales cuando sea necesario y será considerado por el pueblo como una alternativa necesaria, el partido socialdemócrata buscador de la paz que debe simbolizar.

Como garin, la mayoría de nosotros apoyamos a Meretz, la única alternativa sionista de izquierda real. Desafortunadamente, esta alternativa se encuentra ahora muy débil. Tomen en cuenta, Señora Livni, Señor Barak, que muchos de sus votos vienen de este segmento de la opinión pública, que por el bien de la paz los apoyaron, esperando que fortalecer a los partidos grandes de centro izquierda haga posible que sus voces sean escuchadas. ¡Por ellos, por el futuro de Israel y del Medio Oriente, no hagan concesiones!

La Kvutzat Shajaf está formada por 16 miembros de 10 kenim de Hashomer Hatzair de Europa, Norteamérica y Australia. Están actualmente en su “Shnat Hajshara” en Israel. Vivieron 3 meses en el Kibutz Jolit y están ahora en el kibutz Mishmar Haemek.