ACCIONES FRENTE A LA GLOBALIZACION ECONOMICA
Paloma Ortega. Publicado en El Varejón, México. Abril 2005
Inconformista, comprometida y muy crítica con el mundo de los negocios, la fundadora de "The Body Shop" cree en el activismo frente al poder de la globalización económica. Por eso, anima a los ciudadanos a informarse, unirse y actuar.
"He dedicado la mayor parte de mi vida laboral a encontrar nuevas maneras de hacer negocios y a buscar la forma de que los negocios contribuyan a hacer del mundo un lugar mejor para vivir", asegura Anita Roddick, fundadora de la cadena de tiendas de cosmética "The Body Shop".
A lo largo de sus años al frente de esta empresa, Roddick ha visto los efectos de las políticas empresariales de grandes multinacionales en los trabajadores de las maquilas, en los bebés nacidos con mutaciones genéticas debido al vertido de productos tóxicos, en la miseria de los campesinos que cultivan el café, en cada persona que está detrás de las cifras de negocios y de las cuentas de resultados. Precisamente, son todas esas personas la razón de que Anita Roddick se haya tomado como "algo personal" la batalla contra el poder arrasador de las finanzas y la globalización económica.
Hoy en día, explica Roddick, las empresas tienen más poder que los gobiernos, que los Estados, que la Iglesia y sólo les importa el dinero por encima de todo. "Estamos viviendo bajo el yugo de los grupos multinacionales que van buscando los países con los trabajadores más pasivos, con menos regulación medioambiental, con más permisividad frente a violaciones de los derechos humanos", denuncia.
Su última iniciativa para hacer frente al poder del dinero es el libro "Tómatelo como algo personal. Cómo te afecta la globalización y vías eficaces para afrontarla", editado en España por Icaria e Intermón Oxfam. Esta "guía para el activista" reúne los textos de reconocidos activistas como Susan George, Naomi Klein, Vandana Shiva o Ralph Nader, y de organizaciones como Greenpeace en temas como el desarrollo, el medio ambiente, los derechos humanos o del poder del dinero. La información, la opinión, los datos, y las imágenes impactantes se conjugan a través de las páginas de este libro para derribar mitos, denunciar realidades y hacer de cada apartado una propuesta para la acción, una invitación a tomarse cada problema como "algo personal".
La ética y la moralidad, necesarias para el cambio
Una de las formas de activismo es lo que ella llama "el anticonsumidor individual", personas que se preocupan por informarse, organizarse, y elegir. "No se trata de hacer boicot", dice Roddick; simplemente, tener criterios con los que optar por un producto u otro en función del código ético de conducta de las empresas. Y es que, en un momento en que todo tiene un valor económico, "hay que ir al alma, al espíritu humano y decir lo que está mal; hay que influir en la moralidad de las personas, incluida la de los empresarios", puntualiza. Sin embargo, Anita Roddick es muy escéptica respecto a la regulación de la actividad de las empresas y sus políticas de responsabilidad social corporativa.
Durante cinco años estuvo contactando con la multinacional de cosméticos Avon para que compraran las semillas de sésamo utilizadas en sus productos de belleza a productores nicaragüenses con los que trabajaba desde hacía mucho tiempo "The Body Shop". Estos agricultores no sólo cultivaban una materia prima de gran calidad; el comprarles a ellos las semillas de sésamo repercutía en el desarrollo de toda la comunidad.
Sin embargo, Avon nunca accedió. "Les paró la falta de imaginación. No pensaron en los beneficios que podría tener esa relación para la comunidad de agricultores y también para su propia marca". Y se fueron a mercados que favorecían el comercio injusto, guiados por el único criterio del dinero, del máximo beneficio a cualquier precio. "Hasta que no se penalice a una empresa cuando haga las cosas mal, no se va a conseguir nada". Según Roddick, la clave para conseguir cambios en el sistema es la reforma, el "paso a paso", empezando por las políticas de fabricación y compra de las empresas, la cooperación de estas últimas con las ONG, la implicación de los medios de comunicación, y la responsabilidad del sector financiero.
Y es que, "si Nestlé pusiera en práctica el comercio justo con el café, conseguiría mucho más impacto social que cualquier programa de ayuda humanitaria que haga en algún país del Sur".
Más información: "Tómatelo como algo personal". Por Anita Roddick. Publicado por Icaria Editorial e Intermón Oxfam. Los beneficios por la venta de este libro se destinarán a apoyar a grupos idealistas de base y ONG que luchan por desmantelar los mitos creados por la Organización Mundial del Comercio. http://www.takeitpersonally.org/index.phpPaloma Ortega. Publicado en El Varejón, México. Abril 2005.
Paloma Ortega. Publicado en El Varejón, México. Abril 2005
Inconformista, comprometida y muy crítica con el mundo de los negocios, la fundadora de "The Body Shop" cree en el activismo frente al poder de la globalización económica. Por eso, anima a los ciudadanos a informarse, unirse y actuar.
"He dedicado la mayor parte de mi vida laboral a encontrar nuevas maneras de hacer negocios y a buscar la forma de que los negocios contribuyan a hacer del mundo un lugar mejor para vivir", asegura Anita Roddick, fundadora de la cadena de tiendas de cosmética "The Body Shop".
A lo largo de sus años al frente de esta empresa, Roddick ha visto los efectos de las políticas empresariales de grandes multinacionales en los trabajadores de las maquilas, en los bebés nacidos con mutaciones genéticas debido al vertido de productos tóxicos, en la miseria de los campesinos que cultivan el café, en cada persona que está detrás de las cifras de negocios y de las cuentas de resultados. Precisamente, son todas esas personas la razón de que Anita Roddick se haya tomado como "algo personal" la batalla contra el poder arrasador de las finanzas y la globalización económica.
Hoy en día, explica Roddick, las empresas tienen más poder que los gobiernos, que los Estados, que la Iglesia y sólo les importa el dinero por encima de todo. "Estamos viviendo bajo el yugo de los grupos multinacionales que van buscando los países con los trabajadores más pasivos, con menos regulación medioambiental, con más permisividad frente a violaciones de los derechos humanos", denuncia.
Su última iniciativa para hacer frente al poder del dinero es el libro "Tómatelo como algo personal. Cómo te afecta la globalización y vías eficaces para afrontarla", editado en España por Icaria e Intermón Oxfam. Esta "guía para el activista" reúne los textos de reconocidos activistas como Susan George, Naomi Klein, Vandana Shiva o Ralph Nader, y de organizaciones como Greenpeace en temas como el desarrollo, el medio ambiente, los derechos humanos o del poder del dinero. La información, la opinión, los datos, y las imágenes impactantes se conjugan a través de las páginas de este libro para derribar mitos, denunciar realidades y hacer de cada apartado una propuesta para la acción, una invitación a tomarse cada problema como "algo personal".
La ética y la moralidad, necesarias para el cambio
Una de las formas de activismo es lo que ella llama "el anticonsumidor individual", personas que se preocupan por informarse, organizarse, y elegir. "No se trata de hacer boicot", dice Roddick; simplemente, tener criterios con los que optar por un producto u otro en función del código ético de conducta de las empresas. Y es que, en un momento en que todo tiene un valor económico, "hay que ir al alma, al espíritu humano y decir lo que está mal; hay que influir en la moralidad de las personas, incluida la de los empresarios", puntualiza. Sin embargo, Anita Roddick es muy escéptica respecto a la regulación de la actividad de las empresas y sus políticas de responsabilidad social corporativa.
Durante cinco años estuvo contactando con la multinacional de cosméticos Avon para que compraran las semillas de sésamo utilizadas en sus productos de belleza a productores nicaragüenses con los que trabajaba desde hacía mucho tiempo "The Body Shop". Estos agricultores no sólo cultivaban una materia prima de gran calidad; el comprarles a ellos las semillas de sésamo repercutía en el desarrollo de toda la comunidad.
Sin embargo, Avon nunca accedió. "Les paró la falta de imaginación. No pensaron en los beneficios que podría tener esa relación para la comunidad de agricultores y también para su propia marca". Y se fueron a mercados que favorecían el comercio injusto, guiados por el único criterio del dinero, del máximo beneficio a cualquier precio. "Hasta que no se penalice a una empresa cuando haga las cosas mal, no se va a conseguir nada". Según Roddick, la clave para conseguir cambios en el sistema es la reforma, el "paso a paso", empezando por las políticas de fabricación y compra de las empresas, la cooperación de estas últimas con las ONG, la implicación de los medios de comunicación, y la responsabilidad del sector financiero.
Y es que, "si Nestlé pusiera en práctica el comercio justo con el café, conseguiría mucho más impacto social que cualquier programa de ayuda humanitaria que haga en algún país del Sur".
Más información: "Tómatelo como algo personal". Por Anita Roddick. Publicado por Icaria Editorial e Intermón Oxfam. Los beneficios por la venta de este libro se destinarán a apoyar a grupos idealistas de base y ONG que luchan por desmantelar los mitos creados por la Organización Mundial del Comercio. http://www.takeitpersonally.org/index.phpPaloma Ortega. Publicado en El Varejón, México. Abril 2005.
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